Dos cosas super, super importantes!

Empecemos con que sé que no he posteado tan seguido como quizá debiera... he tenido mil posts en mente, y si tuviese una secretaria que tipee todo lo que he pensado, pues no habría mayor problema, pero estar de vacaciones me ha puesto en modo de perezoso total. Pero nada, ahí les va algo que me ocurrió ésta mañana. Sobre mis excelentes vacaciones postearé más adelante, porque realmente es laaaargo lo que hay que contar y tendrá que ser ilustrado con fotos, lamentablemente me dejé el cable de la cámara en Lima y tendré que esperar a regresar. Mientras tanto, sepan que México es un país precioso.

 

A ver, las dos cosas super importantes de las que tenía que hablarles el día de hoy son pues, para variar, dos cosas super elementales. La primera:

 

La ducha!

Joder las duchas!!! En todas las casas en las que he vivido, siempre ha habido algo con la ducha. Pero debo decir que ésta, la de la casa en la que me encuentro actualmente las supera a todas. Y en realidad no tiene nada de especial, salvo el hecho que funciona!!! Funciona a la perfección, osea... no tienes que ajustarla un poquito... no hay truquito para el agua caliente... no se pone caliente y luego se enfría... nada! Es fantástica! Y con lo delicioso que es darse un buen duchazo.

 

Definitivamente una mala ducha puede arruinarte el día. Si te levantas de buen humor y la maldita ducha funciona mal, pues es una fregadera. No por nada acá las llaman "Regaderas"... y si no funcionan pues Fregaderas, jajaja. (Qué buena!)

 

Ya, rapidito nomás damas y caballeros, el segundo asunto que es super importante: El salero

 

Jolín! Qué jodido es encontrar un maldito salero que funcione apropiadamente. O están repletos de arroz, o tienen tanta sal que no sale por los agujeros... o tiene los agujeros tapados, o está roto, o sale demasiada sal, etc.

Pero acá he encontrado un salero que funciona... pequeñas cosas que hacen que la vida sea dulce.

 

Una buena ducha, y un fantástico salero. El placer de las cosas simples.