"Dr Rampollo - Hombre vs Máquina"

Anoche en un popular programa de Plus Tv, 3G, se presentó el tema de "Qué es lo normal en el sexo" con la invitada especial, la Dra Alessandra Rampolla. Todo estuvo muy bien, muy interesante, el punto de vista de la tía es bastante parecido al mío, y estoy seguro que su marido tiene tatuada una sonrisa en la cara (y en otras partes).

 

Sin embargo, acercándoce al final del programa, fui presa de una imagen aterradora. Gianfranco Brero, sosteniendo un "dispositivo" semejante a algo que Arnold Schwarzenegger utilizaría para matar sin escrúpulos a un ejército de alienígenas estreñidos.

 

Se trataba nada más y nada menos que del "Rabbit Vibrator". Procedo a mostrar la imagen del terrible artefacto, que más parece sacado de una pesadilla de loco, que de la imaginación erótica de una productora de soft porn francés.

 

He aquí el criminal. Éste es caballeros, el objetivo del nuestro post. La motivación de que el Chepis deje de lado sus ocupaciones diarias para poder denunciar ésto: EL MEJOR AMIGO DE LA MUJER, ES EL PEOR ENEMIGO DEL HOMBRE!

 

Éste aparatejo, estimula el clítoris, masajea el punto G, gira 360º, vibra en formas en que ni la epilepsia lograría que  hagas, prepara café, calienta sandwiches, le enseña trucos al perro (sit Joncho! sit!), no se queja, dura toooodo el tiempo que duren las baterías (y si las recambias al toque, está listo en 3 patadas para todos los rounds que se requiera), viene en tamaños que dejan la anatomía masculina como burda "maqueta", no requiere precalentamiento, está siempre disponible, nunca jode, no tiene requerimientos como el sexo oral, ni sugerencias tontas, y es totalmente manejado por ellas.

 

Con ustedes, el Sperminator. Nos cagaron, estamos en peligro de extinción caballeros!

 

Ahora, cómo hacer para contrarrestar los efectos de éste "milagroso" aparato? Ah! Pues tenemos que hacer todo lo que ese endemoniado artefacto no puede!

 

Consejos del Dr. Rampollo:

1.- Chanca a tu pareja. El artefacto, por enorme que sea, jamás podrá chancarla como tú.

2.- Bésala, el artefacto (por error de fábrica) no es lo suficientemente estirable como para besarla.

3.- Háblale. Pregúntale lo que le gusta, no seas fastidioso ni jodido, simplemente complaciente. (El artefacto no tiene parlantes)

4.- Déjala hacer. (Si el artefacto se deja, también tú, no?)

5.- Masajéala, antes, durante, después. Aprieta con esas manos de hombre que Dios te dió (porque el artefacto, si bien posee un tremendo estimulador clitórico, carece da manos, quién lo diría? Cómo le decimos a eso... es "hands free"?) la espalda de tu pareja, sus muslos, su cuello. Pero jamás seas tosco.

6.- Sedúcela.

7.- No te obsesiones con el tamaño de tu arma. Si tienes una espada, o una navaja, con las dos se corta. Aprende a meter chaira nomás compare. Mientras menos te obsesiones (nada de penis pumps, ni operaciones, a ver trata de alargarte el brazo, o la oreja... no seas pendejo pues!) mejor podrás desempeñarte.

8.- Aprende a controlarte. Entrénate viendo tele: Calata, calata, calata (imagen mental de tu abuela en la ducha). Calata, calata, calata (imagen mental de cachorritos atropellados). Calata, calata, calata (tu viejo en bata preparando el desayuno). Recuerda que no se trata que dures 2 horas dándole y dándole a la matraca. No es el gimnasio, no necesitas terminar hecho un trapo. Mantén el ritmo, concéntrate en sus ojos y deja que ella te guíe. Y cuando quieras prolongar, simplemente, cambia el ritmo.

9.- Entre round y round, no prendas un cigarro. Es atroz besar a alguien con boca de cenicero. Mejor levántate, estimula tu circulación corriendo calato a la cocina, y regresa corriendo con un poquito de helado. Usa sólo 1 cuchara y tu imaginación.

10.- Recuerda, las mujeres son seres muy especiales, y si no queremos terminar siendo reemplazados, tenemos que adoptar un nuevo lema como miembros del género masculino: "WE AIM TO PLEASE".

 

Además, a quién no le encanta que su pareja lo mire con esa carita de satisfacción?

 

Por eso, escuchen nomás a la Dra Rampolla, que se supone que sabe. Ahora, eso del punto G masculino, y de estimular la próstata... desde ya, no es mi estilo. Never. Jamás. Como diría mi cuñado alguna vez :"Por acá salen buques, pero no entra ni una mosca".

 

Suerte con eso. Dios sabe que todos la necesitamos.