Finalmente Invierno en la Capital

Finalmente invierno en la capital. Hay que confesar que ya estábamos ligeramente hartos de los constantes y agripantes cambios de clima del último mes. Si es que va a hacer frío todo el día, me abrigo y punto. Pero si no nací con el don de Nostradamus y no preveí que el sol saldría a sancocharme dentro de mis 3 polos... entonces jodido. La ciudad de Lima cambia totalmente en invierno. No sólo el color del cielo "panza de burro" se torna ligeramente más gris. El aroma cambia. El color cambia, las mujeres dejan las falditas blancas veraniegas por pantalones y casacas. Los hombres, dejan las bermudas por los jeanes gruesos. Hasta el más huachafo tiene que abrigarse. Quizá lo único que no cambia en invierno, es la cerveza. De igual manera, tenemos que tomarla helada. Y si ésto es lo único que se mantiene constante en nuestro día a día, me parece una explicación bastante racional para justificar el alcoholismo. Hasta la comida cambia. Las ensaladas ofrecidas en todos los menús habidos y por haber se metamorfosean en humeantes caldos y cremas. Los ceviches se transforman en parihuelas y sudados; y la coca cola light bien helada, en café caliente.Me imagino que cada estación tiene lo suyo (excepto los cambios de estación, que lo único que tienen es ganas de jodernos la salud a todos), pero no puedo dejar de demostrar mi entusiasmo por éste invierno. El verano fue extra caluroso y pegajoso, lo cual fue bueno para la playa y lo que tenga que ver con la corriente "outdoors". Pero al fin llegó el momento de abrigarnos en nuestras camas, prender la caja boba y disfrutar de el calor corporal del ser querido. Nadie puede negar, que esa es una de las mejores sensaciones.Disfruten pues éste invierno, con todos sus chiflones y tempestades. Abriguense y cuidense. Hasta pronto!