Starbucks y Gas

Hoy fui tempranito, a las 8 am, a dejar mi camioneta para que la transformen de gasolinera a gaseosera (jejeje). Teóricamente ésto me debería ahorrar un chupo de plata, pues viviendo tan lejos en realidad me muevo a todos lados en carro. El lugar donde le están haciendo el cambio es un taller italiano (según mi tío, los italianos son los que más saben sobre ésto... (todavía me quedan grudges por el mundial...)) llamado Massi, y queda en la auxiliar de la Javier Prado, casi llegando a Rosa y Toro. El lugar parece muy bueno, y el precio (aprox 800 cocos) suena bastante competente teniendo en cuenta que he visitado otros lugares como éstos.

En fin, siendo las 8 am, y con el frío que hace... salí del taller buscando un taxi que me regrese a casa... pero como vi el puente peatonal tan cerca decidí ahorrarme algo de plata y chapar mi micro nomás. Me encanta tomar micro (sólo cuando es por decisión propia y no por necesidad), pues me gusta pensar que estoy haciendo un recorrido turístico. Al cruzar el óvalo de la universidad de Lima y a pocas cuadras antes del cruce de Javier Prado con la av. La Molina, me di con la sorpresa que habían construido un nuevo local de Starbucks. "Asu... qué rico!" Pensé inmediatamente... y es que sí, soy un confeso amante del overpriced coffee. Decidí bajarme del micro e inspeccionar el local, para descubrir que aún no lo habían inaugurado.

Sin embargo, en el estacionamiento había una camioneta, a la que simplemente tuve que tomarle foto, pues me hizo acordar de otra blogger fanática del café (no lo sé for a fact, pero lo he leido en varios de sus posts).

 Finalmente y pensando en aquellas coincidencias crucé nuevamente la carretera y tomé nuevamente un micro hacia mi casa. Ya hay un starbucks en el camino a mi casa (el del Molina Plaza), pero cada vez que tomo la Javier Prado... tengo una nueva excusa para llegar tarde a casa. Y con éste frío limeño, que cala hasta los huesos (porque no es un frío elegante como el de Montevideo o Bs As, es un frío húmedo y resfriador...) nada mejor que una tacita de café.

Y es que si bien siempre hablo pestes del café caro... el ambiente, la música, los asientos, y el café... son buenazos. Y si no te gusta, no vayas pe!