Un viaje, el ranking, un gordo, sus mocos y mi almohada.

Ok. Llegué a casa. Me encuentro con 71 mails en mi casilla de correo. 50 son basura, 15 comentarios en la Esquina y 6 son cadenas. Reviso cada uno de los comentarios y los guardo, como siempre. De los 15, 5 son spam. Chequeo la Esquina, a ver si desapareció o sigue ahí y me doy con la sorpresa que por no postear un par de días bajé casi 10 puestos en blogalaxia... Whatever. Chequeo el google reader y me topo con una cantidad gargantuesca de posts, en especial de Alfredo. Decidí darme un duchazo antes de leerlos y comentar, pero antes, tengo que escribir ésto...  Estoy abso-fucking-lutamente muerto. Por qué? Procedo a contar:

No me fastidia viajar. Me da tiempo para pensar, meditar, encontrarme conmigo mismo y subirles el volumen a las otras vocesitas que retumban en mi cabeza. Puedo contarme chistes, escuchar música, leer, crear telenovelas, pensar en los infinitos "Qué hubiera pasado si...", etc. En general, viajar me parece mostro en ese sentido.

No me da miedo viajar. No me mareo, ni en barco, avión, bus, camioneta, tico, chachicar, etc. No tengo ningún problema con las turbulencias, tampoco con las azafatas malhumoradas, ni con el tamaño de los asientos. Soy una persona práctica y no me gusta renegar por las puras, así que evito encontrar cosas que puedan fastidiarme el viaje, para poder terminar con él de la manera más cómoda y tranquila posible.

Todo pintaba que éste viaje sería tranquilo. Sería cómodo y podría recuperar algunas horas de sueño que perdí por el natural insomnio viajero producto del nerviosismo de la noche anterior. Pero No! Chepis, eres un pobre burro! Cómo se te ocurrió que descansarías?!

La despedida fue todo lo que debe ser, corta, amable, tranquila y muy afectiva. El avión, como siempre, dispuesto a abrazar a su hijo viajero con cariño, y para sorpresa mía, iba relativamente vacío. Tampoco tanto, pero había una buena cantidad de espacios libres, lo que pensé que me serviría para echar una buena siesta horizontal si es que no había ningún problema con alguna aeromoza. Éstas, para variar, estaban en excelente "forma". Por un instante me sentí feliz.

El avión despegó sin mayores complicaciones, y de manera casi picaresca le pedí a la aeromoza una Quilmes. Me encanta la forma en que te sonríen, no sé si porque es su chamba, o porque realmente le cai bien, pero me gusta pensar que es la segunda. Ingenuamente, sonreí y pensé que sería un gran vuelo... los párpados empezaron a pesarme, y acomodé mi almohadita, recliné mi asiento y procedí a sumergirme en el mundo de los sueños...

-Snoooooooooooooorrrrr gruuuuuugggggghhhjjjjjjjjj guaaaaaaaaaaaaaaaaaajjjjjjrrrrrrr sooooooonnnnnnrrrrrrr smoooooooochhhhh tttttt!!!!!!!!

Mierda! Abrí los ojos de golpe y miré a mi costado. Entre ambos pasillos había un señor de contextura gruesa, que roncaba estrepitosamente. Pero no era un ronquido normal! Era un ronquido producido por algún moco metido en su garganta, o yo qué sé! El tío parecía estar aspirándose. Lo miré primero alarmado, luego vi que aparentemente era su manera normal de roncar.... me acomodé nuevamente y apenas cerré los ojos...

-Gruuuuuuuuuuuuuu gurururururururujjjjjjjjttttt! Snoooorrrrr grua gura gura gggghhhhssssssss!!!!

"Coño... éste modrefoca no me va a dejar dormir pero ni un segundo", pensé. Pasaron algunas horas y por instantes realmente frustrantes el bufeo permanecía en silencio. Pero cualquier ligero movimiento del avión despertaba al mocoso monstruo que llevaba dentro. Me quedé mirando un buen rato cómo sacudía el bigote mientras producía tan espeluznante y por demás asqueroso espectáculo. Busqué desesperadamente a alguna aeromoza para que lo mande callar... pero cuando le expliqué lo que sucedía me miró con cara de "Osea... quiere que lo despierte, para que usted pueda dormir?!"- La miré con cara de un clarísimo "Sí mierda!!!". Naturalmente, no me hizo caso, y tras sonreirme nuevamente (ahora sé que la muy maldita lo hacía por compromiso) me preguntó si me podía traer algo. Le pedí los audífonos. Se me ocurrió que si tal vez escuchaba música podría dormitar evadiendo al ahora maldito roncador.

Pero no! Éste tipo tenía un amplificador escondido en el bigote! Mientras que las Cuatro Estaciones de Vivaldi resonaban en mi oido, el gorgojeo mocoso del funesto porcino que viajaba al lado mío acompañaba a la canción de un modo escalofriante!

Traté de cerrar los ojos, que para ahora llevaban un buen rato abiertos, y se encontraban totalmente inyectados, pero al hacerlo me dolieron ligeramente como si estuviesen resecos. Fui al baño, me puse algo de colirio y admiré lo silencioso que se encontraba aquel recinto. Decidí echarme una cabeceadita, pero claro... la aeromoza pendeja me tocó la puerta apenas me demoré algo más de lo prudente. Al abrir la puerta, la miré, y le sonreí con la misma cara de idiota que ella me ponía.

Me dirigí a mi asiento, y mientras pasaba por su lado, admiré lo abultada de su panza. "Gordo de mierda...." pensé. Me acomodé y decidí pensar en otra cosa... decidí concentrarme para dormir. Jamás me funcionó y no sé qué rayos se me metió en la cabeza, pero decidí intentarlo. Así empezé a pensar en mi almohada... mi suave y pequeña almohadita.... suave, cómoda, delicada...

Gggggggghuaaaaaaaaaaaaaachhhhhh, snooooggugugugugugugugughaaaaajjjjjjjj!!!!!!!

Porcino maldito! Bufeo Joputa!!! - La ira me invadió instantáneamente y no atiné a otra cosa que lanzar mi almohada al gordo. Ni lo rocé, pero algo sucedió con el maldito, que dejó de roncar.

"Al fin!" pensé tras unos minutos. "Si empieza a roncar lo despierto y que se vaya a la mierda, que lo folle un pez!". Pero el gordo permaneció en silencio... y yo, finalmente feliz, me acomodé en mi asiento... me tapé con mi saco y finalmente cerré los ojos...

PING!!! Aerolíneas Argentinas les da la más cordial bienvenida a la ciudad de Lima, la temperatura actual....!!!!

AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!

* Ningún gordo fue lastimado durante la redacción de éste post.
* No tengo absolutamente nada en contra de los gorditos. Yo no soy ningún flaco, y la mayoría de gorditos que conozco son excelentes personas con personalidades increíbles, pero llevaba varias horas sin dormir y con la frustración crispándome los nervios.}

foto de the Twilight Zone, capítulo donde el cojudo con miedo a los aviones ve al monstruo ese joder con las turbinas.